Posted: 22 Feb 2009 11:06 AM CST
Hoy publicamos en este espacio el primer tema que Guillermo Gómez, pastor de Casa de Oración en Colton, California, Estados Unidos, ha publicado en su nuevo Blog Comprometidos con La Verdad, inaugurado esta semana en la red y al cual le invitamos a visitar y a dejar sus comentarios pulsando aquí.
Is. 46:9-10.- Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, 10que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.
DHH.- Isa 46:9-10.- Recuerden las cosas pasadas, aquellas de antaño; yo soy Dios, y no hay ningún otro, yo soy Dios, y no hay nadie igual a mí. V.10 Yo anuncio el fin desde el principio; desde los tiempos antiguos, lo que va a suceder. Yo digo: Mi propósito se cumplirá, y haré todo lo que deseo.
En Fil.2:15 Pablo dijo: Sean irreprensibles, sencillos hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa. Léase según la traducción del griego: sean irreprensibles en medio de un mundo torcido, desviado de las normas de Dios, difícil de soportar, corrupto y pervertido.
Lo cierto es que nos tocó vivir en un mundo lleno de confusión y en donde la incertidumbre -es decir la falta de certeza o de seguridad acerca del futuro y la falta de esperanza- ha venido a ser un yugo, una carga tan pesada que ha llevado a muchos al suicidio. Y me atrevo a decir también que esa incertidumbre, esa falta de seguridad y de esperanza acerca del futuro ha llevado también a creyentes y a ministros a “tirar la toalla” y desertar del camino.
Mucha gente vive con un afán impresionante cada día, pretendiendo saber qué les depara el futuro, lo que buscan en los horóscopos, el tarot y los adivinos… y lamentablemente, también, espiritualizando las llamadas Guías Proféticas de falsos maestros de la iglesia contemporánea.
De hecho, ante la incertidumbre, hoy son muchos los que tienen puesta toda su esperanza en el nuevo presidente de Estados Unidos, suponiendo que el futuro será mejor en las manos de Barack Obama y que la calidad de vida de las personas mejorará en cuanto asuma el poder.
¡Qué equivocados están! Lo que la gente de este mundo necesita no es más dinero, autos, casas o negocios. Lo que todos necesitamos es hacer de Jesús nuestro Señor y Salvador personal.
Observemos cómo el mundo se debate en guerras, cómo muchos inocentes siguen muriendo, víctimas de persecuciones raciales o políticas, veamos que cada día hay más crímenes, secuestros, violaciones e inmoralidad que en ninguna otra época de la historia. Es vergonzoso observar que entre quienes perpetran estos actos hay, incluso, falsos líderes espirituales.
Cuando vemos las realidades de la sociedad y el mundo en que nos toco vivir surgen las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es la causa de tantos fracasos y de la corrupción del ser humano? ¿Acaso Dios ha fallado?- ¿Hacia dónde se dirige verdaderamente la humanidad?- ¿Habrá alguna luz de esperanza en medio de tanta oscuridad?
Yo creo firmemente que la respuesta se encuentra en el único libro que contiene las verdades absolutas de Dios y las pofecías más exactas sobre el rumbo que ha de seguir la humanidad. Sólo la Biblia provee respuestas veraces a las tres preguntas que el ser humano se ha hecho desde tiempo inmemorial: ¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Hacia dónde nos dirigimos?
Si logramos responder estas tres surge otra más: ¿Cuál es el propósito de vivir en esta tierra? ¿Acaso trabajar, para comer, para vivir, para trabajar, para comer, para vivir…? La Biblia nos habla también del propósito por el que estamos aquí, todo creyente sabe que vive por Dios y para Dios. Pero ¿cumple usted ese propósito?
Pese a tales respuestas, sin embargo, muchas personas -incluso “creyentes”- han puesto su confianza, su esperanza y su sensación de seguridad en lo creado antes que en el Creador. Simbólicamente, muchos han elevado monumentos a sus fuentes de seguridad y los han puesto como ídolos en su corazón. En nuestro tiempo, el materialismo que lleva al consumismo e incluso al endeudamiento desmedido, ha llevado a muchos a hacer del trabajo su ídolo y del dinero su dios.
Quienes vivimos en los Estados Unidos lo sabemos, lo vemos y aún, tristemente lo vivimos.
¡Éste país ha decidido deliberadamente dejar a Dios… y Dios también se ha alejado de este país!
Is. 45:20-25 Reuníos, y venid; juntaos todos los sobrevivientes de entre las naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el madero de su ídolo, y los que ruegan a un dios que no salva. (Ni el trabajo, ni el dinero, ni la casa, ni el negocio nos salvarán) Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí. Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más. Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.Y se dirá de mí: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él vendrán, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados. En Jehová será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel.
Is.46:1-10.- Se postró Bel, se abatió Nebo; (dos de los dioses mas adorados de Babilonia) sus imágenes fueron puestas sobre bestias, sobre animales de carga; esas cosas que vosotros solíais llevar son alzadas cual carga, sobre las bestias cansadas. Fueron humillados, fueron abatidos juntamente; no pudieron escaparse de la carga, sino que tuvieron ellos mismos que ir en cautiverio. Oídme, oh casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, los que sois traídos por mí desde el vientre, los que sois llevados desde la matriz. Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré. ¿A quién me asemejáis, y me igualáis, y me comparáis, para que seamos semejantes? Sacan oro de la bolsa, y pesan plata con balanzas, alquilan un platero para hacer un dios de ello; se postran y adoran. Se lo echan sobre los hombros, lo llevan, y lo colocan en su lugar; allí se está, y no se mueve de su sitio. Le gritan, y tampoco responde, ni libra de la tribulación. Acordaos de esto, y tened vergüenza; volved en vosotros, prevaricadores. Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio (expongo, predigo) lo por venir (el futuro) desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.
Hace unos días atrás un pastor amigo nuestro perdió a su esposa en un accidente de autobús. En ese mismo accidente murió una hermana que llegó a venir a nuestra congregación en California, una mujer que estaba entregada a Dios y cuyo hermano, que también iba en ese autobús y sobrevivió, dijo: “por qué tuvo que morir ella y no yo, que uso drogas y alcohol. El Señor tiene una respuesta: una mujer verdaderamente convertida a Cristo encuentra en la muerte el regalo de encontrarse cara a cara con el Padre y quedarse a su lado por la eternidad; en cambio, de haber muerto éste hombre claramente inconverso, habría sido su pase instantáneo e irrevocable al infierno de fuego por la eternidad. ¡El Señor, en su soberanía, le brinda una nueva y quizás irrepetible oportunidad a este varón y prefiere atraer hacia sí a una amada hija! ¡Cuán bueno es Él!
En otra historia, hace apenas unos días, un experimentado piloto de U.S. Airways salvó la vida de 155 pasajeros haciendo acuatizar su avión averiado en el Río Hudson, en el corazón de Nueva York. “Es bueno estar vivo hoy y difícil creer que acabo de sobrevivir” dijo un pasajero cuyo mayor daño fue ver estropeado su traje nuevo en las aguas.
La gran pregunta es: ¿Por qué unos sobreviven y otros mueren?
Job 12:10.- En su mano está el alma de todo viviente, y el hálito de todo el género humano.
Sal 145:16.- Abres tu mano, Y colmas de bendición a todo ser viviente.
¡No debemos rechazar, menospreciar o morder la mano que nos da la vida!
Mientras hoy muchos intentan conocer lejos de Dios lo que les depara el futuro, los verdaderos creyentes debemos vivir permanentemente en obediencia y en santidad, sabiendo que un día estaremos rindiendo cuentas al Dios que nos creó.
- Sólo en Él encontraremos nuestro origen, porque Él nos creó.- Sólo en Él encontraremos nuestra identidad, porque Él nos compró con su sangre.- Sólo en Él encontraremos nuestro propósito y nuestro destino eterno, porque Él nos predestinó.
¡Cualquier otra ruta, cualquier otro camino, terminará en un callejón sin salida!
Jn. 14: 6.- Yo Soy el Camino, Y la Verdad, Y la Vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
¡La vida es tan frágil que hoy estamos aquí y mañana… no sabemos!
Eclesiastés 8:8.- No hay quien tenga poder sobre la vida, como para retenerla, ni hay tampoco quien tenga poder sobre la muerte, no hay quien escape de esta batalla. Al malvado no lo salvara su maldad.
La realidad es que la muerte llegará indefectiblemente a todos los seres humanos de este mundo, sin excepción. Los más ricos, los sabios, los inteligentes, los famosos, los poderosos, los pobres, los iletrados, los impotentes, todos, tenemos sólo una certeza: un día habremos de morir.
No se puede comprar la vida con todo el conocimiento ni con toda la riqueza del mundo. Jesús dijo:
Lc.9:25.- ¿De qué le sirve al hombre ganar al mundo entero si se pierde o se destruye a sí mismo?
No tiene sentido proveer para mejorar materialmente nuestra vida en la tierra sólo para perderlo todo cuando somos llamados a rendir cuentas. La actitud sabia consistiría en dedicar nuestras capacidades terrenales, nuestro tiempo, nuestro talento y aún las riquezas que el Señor nos dé, en lo que de verdad tiene valor eterno. Si incluso perdemos y desgastamos nuestra vida por amor a Cristo y a su obra, esa inversión habrá valido la pena, pues producirá bendición para toda la eternidad.
¡Dios es el único que conoce el futuro: por eso el futuro está en las manos de Dios! Nadie está en la capacidad de determinar lo que nos depara el futuro porque el futuro está en Sus manos. A cualquiera que te quiera decir tu futuro, recuérdale su destino.
Apo. 1:8.- Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Todos nuestros planes, anhelos, decisiones y acciones deben comenzar con Dios. Nacimos por Su voluntad y para cumplir Sus propósitos en esta tierra. Existimos porque Él quiso, no debemos centrarnos en una actitud de autosuficiencia.
¡El Dios que tiene el futuro en Sus manos debe ser el punto de partida de todo lo que hagamos!
Col.1:16-18.- Porque en él (Jesús) fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia (el primer lugar).
Muchos creyentes se frustran, se desesperan y se desaniman por no experimentar la verdadera felicidad, la verdadera prosperidad o la verdadera paz en medio de un mundo maligno y perverso. Esto les ocurre porque no tienen a Dios como su punto de partida, sino que fincan sobre fundamento endeble: sus propios deseos, sus motivaciones egoístas, sus sueños personales. Obrar así es hacer caso omiso de la voluntad de Dios. Es como decir: ¡Soy el soberano, soy el único que puede gobernar mi vida, no necesito de nadie!
Analicemos el llamado y la reprensión de Santiago a algunos creyentes judíos que se sintieron muy autosuficientes.
Stg. 4:13-14 - ¡Vamos ahora! Los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece.
“Los que decís“; es una frase que dice en el griego original “los que están diciendo”, es decir, se refiere a personas que viven habitualmente haciendo caso omiso del consejo de Dios, los que hablan y dicen algo teniendo como base la “autosuficiencia”. Éstos hacen su planes como si Dios no existiera.
Hacer planes y estrategias de negocios o para la supervivencia, especialmente en nuestros tiempos de recesión económica, es sabio e inteligente; mas no fue este el problema que Santiago señaló con amonestación y reprensión. No. El problema al que apunta es al hecho de hacer grandes planes sin tomar en cuenta a Dios, sin que el Señor formara parte, siquiera, de su agenda.
Esta es la misma actitud que tuvo aquel que fue llamado El Lucero de la Mañana y al que conocemos ahora como Satanás. La Palabra expresa en cinco verbos el egoísmo de este personaje, así como la rebelión que encabezó: razón todo ello de su caída.
Is. 14:12-15.- ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías (1) en tu corazón: Subiré (2) al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré (3) mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré (4), a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré (5) semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.
Me pregunto aquí… cuántos “cristianos” están diciendo en su corazón algo semejante: “Subiré, no importa lo que esté de por medio y a quien arrastre en el camino. Levantaré mi vida o ‘mi ministerio’ al precio que sea. Me sentaré en el trono del ministerio que me he construído (como si fuera de ellos) y seré, famoso, rico, tendré lo que siempre soñé tener, fama y fortuna”.
Esta fue la misma actitud que Santiago reprendió y amonestó.
I. Escogieron su propio tiempo: “hoy y mañana”.
II. Escogieron su propio lugar de negocios: “iremos a tal ciudad”.
III. Escogieron su propia duración: “estaremos allá un año”.
IV. Escogieron su propia empresa: “traficaremos, seremos comerciantes”.
V. Escogieron su propia meta: “ganaremos (dinero)”.
Éstos planearon todo como si ellos fueran Omniscientes, Omnipotentes e Invulnerables. Santiago les tenía, en contraparte, dos noticias; las cuales aplican también para quienes hoy viven en la misma condición:
Primera Noticia: “no sabéis lo que será mañana”.
Pr. 27:1. No te jactes del día de mañana, porque no sabes lo que el día traerá.
¿Alguien sabe lo que será el día de mañana?
Parábola del Rico Insensato=Tonto=Necio=Autosuficiente.
Lc. 12:16-21.- También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
Segunda Noticia: Vuestra vida es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.
La vida es tan transitoria y pasajera como el humo de la chimenea, o el vapor que sale de una rica taza de café. Por lo tanto, es ridículo hacer nuestros propios planes sin tomar en cuenta primero a Dios. ¡Él debería ser la parte más importante en nuestra agenda de asuntos por hacer!
Hay creyentes que invierten tiempo, dinero y esfuerzo en “planear su futuro”. Es tanto su afán, que no les importa que se vea afectado el compromiso que hicieron con Jesús cuando perdono sus pecados.
Mt. 6:31-34.- No os afanéis, (preocupación y desconfianza en Dios) pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
¿Quién tiene el control de la vida y la muerte? Sólo Dios.
Ahora que sabemos que la vida es tan frágil y tan corta, ¿cómo debemos vivirla? ¿Cómo la estamos viviendo?
Fil.2:16 … asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo o pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.
Terminemos parafraseando la enseñanza de Santiago:
¡Vamos ahora! Escuchen bien y con atención todos los que, haciendo caso omiso del consejo de Dios y confiando en su autosuficiencia están diciendo: “Hoy y mañana iremos escogiendo nuestro propio tiempo, a tal ciudad, escogiendo nuestro propio lugar, estaremos allá un año, escogiendo así nuestra propia duración, traficaremos, escogiendo nuestra propia empresa o actividad y ganaremos dinero, escogiendo así nuestra propia meta y objetivo, planeando todo como si fuéramos Omniscientes, Omnipotentes e Invulnerables”. A ustedes les tengo dos noticias: La primera es que no saben lo que le será el día de mañana, por lo tanto no se jacten del futuro porque no saben que traerá el próximo día, no sean como el rico insensato, necio, tonto y autosuficiente. Porque ¿qué es tu vida? Segunda noticia: tu vida es como la neblina que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece, es tan pasajera como el humo de la chimenea o como el vapor que sale de una taza de café. Por lo tanto, es ridículo hacer nuestros propios planes sin tomar en cuenta a Dios y que Él sea la parte más importante en nuestra agenda de cosas por hacer.
Y ahora que sabemos que la vida es tan frágil y tan corta, ¿cómo debemos vivirla?
Asidos, aferrados, poniendo atención y el debido cuidado en la Palabra de Dios que es la única que, al practicarla, produce Vida.
Posted: 22 Feb 2009 11:00 AM CST
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