junio 08, 2010

El amor al dinero puede destruirte (Parte 2)

1Sa 20:1 Después David huyó de Naiot en Ramá, y vino delante de Jonatán, y dijo: ¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi maldad, o cuál mi pecado contra tu padre, para que busque mi vida?

1Sa 20:2 El le dijo: En ninguna manera; no morirás. He aquí que mi padre ninguna cosa hará, grande ni pequeña, que no me la descubra; ¿por qué, pues, me ha de encubrir mi padre este asunto? No será así.

1Sa 20:3 Y David volvió a jurar diciendo: Tu padre sabe claramente que yo he hallado gracia delante de tus ojos, y dirá: No sepa esto Jonatán, para que no se entristezca; y ciertamente, vive Jehová y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte.

1Sa 20:4 Y Jonatán dijo a David: Lo que deseare tu alma, haré por ti.

1Sa 20:5 Y David respondió a Jonatán: He aquí que mañana será nueva luna,(A) y yo acostumbro sentarme con el rey a comer; mas tú dejarás que me esconda en el campo hasta la tarde del tercer día.

1Sa 20:6 Si tu padre hiciere mención de mí, dirás: Me rogó mucho que lo dejase ir corriendo a Belén su ciudad, porque todos los de su familia celebran allá el sacrificio anual.

1Sa 20:7 Si él dijere: Bien está, entonces tendrá paz tu siervo; mas si se enojare, sabe que la maldad está determinada de parte de él.

1Sa 20:8 Harás, pues, misericordia con tu siervo, ya que has hecho entrar a tu siervo en pacto de Jehová contigo; y si hay maldad en mí, mátame tú, pues no hay necesidad de llevarme hasta tu padre.

1Sa 20:9 Y Jonatán le dijo: Nunca tal te suceda; antes bien, si yo supiere que mi padre ha determinado maldad contra ti, ¿no te lo avisaría yo?

1Sa 20:10 Dijo entonces David a Jonatán: ¿Quién me dará aviso si tu padre te respondiere ásperamente?

1Sa 20:11 Y Jonatán dijo a David: Ven, salgamos al campo. Y salieron ambos al campo.

1Sa 20:12 Entonces dijo Jonatán a David: ¡Jehová Dios de Israel, sea testigo! Cuando le haya preguntado a mi padre mañana a esta hora, o el día tercero, si resultare bien para con David, entonces enviaré a ti para hacértelo saber.

1Sa 20:13 Pero si mi padre intentare hacerte mal, Jehová haga así a Jonatán, y aun le añada, si no te lo hiciere saber y te enviare para que te vayas en paz. Y esté Jehová contigo, como estuvo con mi padre.

1Sa 20:14 Y si yo viviere, harás conmigo misericordia de Jehová, para que no muera,

1Sa 20:15 y no apartarás tu misericordia de mi casa para siempre.(B) Cuando Jehová haya cortado uno por uno los enemigos de David de la tierra, no dejes que el nombre de Jonatán sea quitado de la casa de David.

1Sa 20:16 Así hizo Jonatán pacto con la casa de David, diciendo: Requiéralo Jehová de la mano de los enemigos de David.

1Sa 20:17 Y Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo.

1Sa 20:18 Luego le dijo Jonatán: Mañana es nueva luna, y tú serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío.

1Sa 20:19 Estarás, pues, tres días, y luego descenderás y vendrás al lugar donde estabas escondido el día que ocurrió esto mismo, y esperarás junto a la piedra de Ezel.

1Sa 20:20 Y yo tiraré tres saetas hacia aquel lado, como ejercitándome al blanco.

1Sa 20:21 Luego enviaré al criado, diciéndole: Vé, busca las saetas. Y si dijere al criado: He allí las saetas más acá de ti, tómalas; tú vendrás, porque paz tienes, y nada malo hay, vive Jehová.

1Sa 20:22 Mas si yo dijere al muchacho así: He allí las saetas más allá de ti; vete, porque Jehová te ha enviado.

1Sa 20:23 En cuanto al asunto de que tú y yo hemos hablado, esté Jehová entre nosotros dos para siempre.

1Sa 20:24 David, pues, se escondió en el campo, y cuando llegó la nueva luna, se sentó el rey a comer pan.

1Sa 20:25 Y el rey se sentó en su silla, como solía, en el asiento junto a la pared, y Jonatán se levantó, y se sentó Abner al lado de Saúl, y el lugar de David quedó vacío.

1Sa 20:26 Mas aquel día Saúl no dijo nada, porque se decía: Le habrá acontecido algo, y no está limpio; de seguro no está purificado.

1Sa 20:27 Al siguiente día, el segundo día de la nueva luna, aconteció también que el asiento de David quedó vacío. Y Saúl dijo a Jonatán su hijo: ¿Por qué no ha venido a comer el hijo de Isaí hoy ni ayer?

1Sa 20:28 Y Jonatán respondió a Saúl: David me pidió encarecidamente que le dejase ir a Belén,

1Sa 20:29 diciendo: Te ruego que me dejes ir, porque nuestra familia celebra sacrificio en la ciudad, y mi hermano me lo ha mandado; por lo tanto, si he hallado gracia en tus ojos, permíteme ir ahora para visitar a mis hermanos. Por esto, pues, no ha venido a la mesa del rey.

1Sa 20:30 Entonces se encendió la ira de Saúl contra Jonatán, y le dijo: Hijo de la perversa y rebelde, ¿acaso no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre?

1Sa 20:31 Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viviere sobre la tierra, ni tú estarás firme, ni tu reino. Envía pues, ahora, y tráemelo, porque ha de morir.

1Sa 20:32 Y Jonatán respondió a su padre Saúl y le dijo: ¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho?

1Sa 20:33 Entonces Saúl le arrojó una lanza para herirlo; de donde entendió Jonatán que su padre estaba resuelto a matar a David.

1Sa 20:34 Y se levantó Jonatán de la mesa con exaltada ira, y no comió pan el segundo día de la nueva luna; porque tenía dolor a causa de David, porque su padre le había afrentado.

1Sa 20:35 Al otro día, de mañana, salió Jonatán al campo, al tiempo señalado con David, y un muchacho pequeño con él.

1Sa 20:36 Y dijo al muchacho: Corre y busca las saetas que yo tirare. Y cuando el muchacho iba corriendo, él tiraba la saeta de modo que pasara más allá de él.

1Sa 20:37 Y llegando el muchacho adonde estaba la saeta que Jonatán había tirado, Jonatán dio voces tras el muchacho, diciendo: ¿No está la saeta más allá de ti?

1Sa 20:38 Y volvió a gritar Jonatán tras el muchacho: Corre, date prisa, no te pares. Y el muchacho de Jonatán recogió las saetas, y vino a su señor.

1Sa 20:39 Pero ninguna cosa entendió el muchacho; solamente Jonatán y David entendían de lo que se trataba.

1Sa 20:40 Luego dio Jonatán sus armas a su muchacho, y le dijo: Vete y llévalas a la ciudad.

1Sa 20:41 Y luego que el muchacho se hubo ido, se levantó David del lado del sur, y se inclinó tres veces postrándose hasta la tierra; y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro; y David lloró más.

1Sa 20:42 Y Jonatán dijo a David: Vete en paz, porque ambos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová esté entre tú y yo, entre tu descendencia y mi descendencia, para siempre. Y él se levantó y se fue; y Jonatán entró en la ciudad.
 
Jessie Bermudez Alducin
 

El amor al dinero puede destruirte (Parte 1)

1Ti 6:3 Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,



1Ti 6:4 está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas,



1Ti 6:5 disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.



1Ti 6:6 Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento;



1Ti 6:7 porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.



1Ti 6:8 Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.



1Ti 6:9 Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;



1Ti 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.



1Ti 6:11 Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.



1Ti 6:12 Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.



1Ti 6:13 Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato,(A)



1Ti 6:14 que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo,



1Ti 6:15 la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores,



1Ti 6:16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.



1Ti 6:17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.



1Ti 6:18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;



1Ti 6:19 atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.

Jessie Bermudez Alducin

¿Que es el nuevo nacimiento?

Jua 3:1 Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.

Jua 3:2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.

Jua 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Jua 3:4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?

Jua 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Jua 3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,[a] espíritu es.

Jua 3:7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.

Jua 3:8 El viento[b] sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

Jua 3:9 Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto?

Jua 3:10 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?

Jua 3:11 De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.

Jua 3:12 Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?

Jua 3:13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.

Jua 3:14 Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto,(A) así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado,

Jua 3:15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Dr. Armando Alducin

La primera sociedad maligna

Gén 4:1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido[a] varón.

Gén 4:2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra.

Gén 4:3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová.

Gén 4:4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda;(A)

Gén 4:5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.

Gén 4:6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?

Gén 4:7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.[b]

Gén 4:8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.(B)

Gén 4:9 Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?

Gén 4:10 Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.

Gén 4:11 Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano.

Gén 4:12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra.

Gén 4:13 Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado.

Gén 4:14 He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.

Gén 4:15 Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.

Gén 4:16 Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod,[c] al oriente de Edén.

Gén 4:17 Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc.

Gén 4:18 Y a Enoc le nació Irad, e Irad engendró a Mehujael, y Mehujael engendró a Metusael, y Metusael engendró a Lamec.

Gén 4:19 Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila.

Gén 4:20 Y Ada dio a luz a Jabal, el cual fue padre de los que habitan en tiendas y crían ganados.

Gén 4:21 Y el nombre de su hermano fue Jubal, el cual fue padre de todos los que tocan arpa y flauta.

Gén 4:22 Y Zila también dio a luz a Tubal-caín, artífice de toda obra de bronce y de hierro; y la hermana de Tubal-caín fue Naama.

Gén 4:23 Y dijo Lamec a sus mujeres:

Ada y Zila, oíd mi voz;

Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho:

Que un varón mataré por mi herida,

Y un joven por mi golpe.

Gén 4:24 Si siete veces será vengado Caín,

Lamec en verdad setenta veces siete lo será.
 
Dr. Armando Alducin